Todos los productos comienzan por un concepto, que toma la forma de bocetos, especificaciones o restricciones donde se determinan los requisitos de su diseño. Un diseñador de productos, o bien un equipo de ingenieros y diseñadores de productos, toma el concepto y, mediante software de ingeniería mecánica, lo convierte en un diseño completo del producto. El diseño final debe ser un elemento que se pueda fabricar; es decir, que cumpla los requisitos de fabricación, como la capacidad de resistir determinadas tensiones y deformaciones, a la vez que se reduce el peso del producto final. Esta fase del diseño puede pasar por varias iteraciones y fases de optimización. También puede incluir una fase de simulación del diseño, que se realiza mediante un software que prueba y valida el diseño del producto antes del paso final de fabricación.